Mikel Uriarte, nuevo presidente de TVN

«En el ranking de transparencia, TVN no estaba en los niveles que me gustaría»

-¿Cuánto sabe y conoce de televisión?
-Me gusta mucho, pero no podría decir que soy un experto; pero el tiempo me ha demostrado que sé administrar empresas privadas y públicas, también empresas culturales. En TVN se busca gestionar una estación de televisión pública, modernizar donde se necesite y dar tranquilidad de que cumpliremos con la obligación de «garantizar el debido pluralismo», como la ley nos asigna como canal público.

-Lo precede al llegar su fama de buen administrador, terco y tenaz como todo vasco. ¿Cómo marcará eso su gestión?
-Todos los canales han fortalecido su apuesta comunicacional con rostros televisivos, también la gestión, con figuras como René Cortázar o Nicolás Eyzaguirre, si miramos el canal de Andrónico Luksic, y alguno buscando temas sensacionalistas que debemos evitar seguir. TVN tiene que dar garantías de gestión y pluralidad, la sociedad puede estar tranquila de que estamos trabajando por el bien de la empresa y esos objetivos legales.

«Todos estamos de acuerdo en que hoy no hay desarrollo económico sin desarrollo social. La televisión pública tiene un rol muy importante, y así lo hemos conversado en el directorio. Cada presidente tiene sus énfasis, espero hacer mucho por mejorar la gestión de esta televisión pública, darle más transparencia, entregar mucha más información y ser ejemplo de administración moderna impecable».

-¿No considera «impecable» a la actual administración?
-Siempre se puede mejorar. Mi mayor experiencia es como gerente general, director y presidente de empresas; en este caso, con más razón, los gobiernos corporativos deben velar por aspectos tan importantes como la línea editorial, el aporte cultural a la sociedad, la identidad y unidad de Chile. En el reciente ranking de transparencia, TVN no estaba en los niveles que me gustaría, hay mucho por hacer en la información que entrega al público. Las empresas modernas deben dar más señales en ese sentido, con una administración moderna y austera. Vengo de las sociedades anónimas abiertas, donde el nivel y rol del directorio es de un compromiso muy alto respecto de la administración.

-¿Eso abarca la investigación que realiza el SII respecto a los sueldos de algunos rostros televisivos, que tributan a través de sociedades?
-Al llegar, me encontré con que se nos está pidiendo información sobre los contratos de algunas personas, hay que entregar toda la información posible. Según me ha dicho el director ejecutivo, TVN lo ha hecho y ha actuado de acuerdo a la ley. Se trata de cierto tipo de contratos de personas por períodos limitados, que por sus características no están sujetas a subordinación y que la ley permite cuando, además, se tiene vínculo laboral. Lo que debe evitarse es que cumpliendo con la ley no se estigmatice, pues esto sucede en otras actividades, como me tocó conocer en los médicos, que por sus características lo ameritan cumpliendo rigurosamente las normas tributarias que son precisas.

-¿Le planteó al director ejecutivo, Mauro Valdés, que espera más transparencia en la gestión, como dijo antes?
-Le transmití mi visión, que creo es compartida por todo el directorio. Tenemos obligación de reflejar diversidad, fortalecer la identidad nacional, conectar a los chilenos. Pero nuestros actos tienen que ser transparentes, podemos mejorar mucho más, y espero que sea mi aporte.

-¿Qué marco fijó con Valdés, con quien ninguno de sus antecesores logró tener una relación fluida?
-Confío en que tengamos una relación fluida, adecuada y subordinada. Como presidente del directorio, me he comprometido con la misión que me encomendaron. Mi centro de operaciones será Televisión Nacional, estoy participando en comités de auditoría, económicos y espero hacerlo en los que vamos a crear. El directorio está consciente de que nuestra responsabilidad es aún mayor, por ser un medio de comunicación público.

«Me gusta ser líder, y aquí tenemos la obligación de serlo, pero con calidad»

-¿Qué balance hace de los tres años de TVN en este gobierno de la Alianza?
-Quiero ser muy objetivo y no entrar en política. Este gobierno se ha distinguido por sus extraordinarios indicadores en todos los ámbitos, y el tiempo lo demostrará. En el caso de TVN, pretendería que al final de este período las personas reconocieran con orgullo una televisión pública de excepción y la sintieran propia, sin que unos se sientan del Colo Colo y otros de la Chile. Al dejar Fonasa, fue muy grato recibir felicitaciones de toda la comisión de Salud de la Cámara de Diputados, porque entregamos un servicio de excepción, independiente de lo que cada uno piense.

«Mi período será corto, pero quiero que la televisión pública chilena sea de excepción en un entorno electoral nuevo, con primarias y voto voluntario, de cambio social y enorme competencia que vivimos. Es muy fácil caer hoy en la tentación de un rating fácil, pero no podemos olvidar nuestra misión, pese a las restricciones legales y administrativas que tenemos».

-¿No han buscado el rating fácil con programas como las «Argandoña», «Los Méndez», «Calle 7», que no son muy distintos al resto de la TV?
-Es uno de los temas de responsabilidad del directorio, que debe velar por una televisión pública de calidad versus el rating. Ese es el desafío para los profesionales de TVN y, en particular, mi preocupación personal es evitar caer en lo fácil.

-¿Cumple ese desafío la actual programación de TVN?
-Llevo una semana. Creo que debemos revisar, modernizar y hacer una mejor evaluación de la línea editorial, de acuerdo a las orientaciones programáticas que están escritas. Estoy en ese proceso, recojo que hay interés de sacrificar quizás algunos puntos de rating en beneficio de fortalecer nuestra misión como televisión pública. Me gusta ser líder, y aquí tenemos la obligación de serlo, pero con calidad.

-Pero hoy no lideran la sintonía ni los resultados económicos de la TV.
-En nuestra última entrega de resultados, registramos utilidades razonables, estamos dentro de las expectativas de liderazgo adecuadas a estos tiempos. Hay situaciones puntuales, muchas veces en función de la teleserie de turno, y por eso debemos mantener el liderazgo de acuerdo a un marco más completo. Vengo del mundo privado, que es más flexible para adecuarse a situaciones de competencia, pero tenemos que jugar con lo que es la televisión pública, hacerla de excepción, pero mantener la responsabilidad que nos da la ley, siempre mirando los números y el financiamiento. No soy partidario de grandes monstruos estatales, porque han fracasado y alguien paga ese costo, pero las reglas del juego deben ser iguales para todos. Una televisión que compra una radio, usa toda su infraestructura y obtiene solo utilidad; TVN no puede hacerlo, debo aceptarlo y esforzarme al máximo; además de aumentar la inversión en tecnología frente a un cambio legal que se demora.

-El director Antonio Leal (PPD) propone repensar el modelo de televisión pública, sin obligarla a autofinanciarse en beneficio de la misión.
-He tenido una situación muy grata con Antonio Leal, no hemos discutido este tema, pero no podemos caer en una televisión de funcionarios. Más que el autofinanciamiento, me preocuparía de tener reglas similares para todos.

-Como experto en empresas, ¿puede competir este canal público en una industria con grandes inversionistas, como el grupo Luksic o Time Warner?
-Ninguna empresa puede subsistir hoy sin relacionarse con la cultura. Entre 2% y 5% del PIB en sociedades más desarrolladas proviene de empresas culturales. Vengo del Teatro Municipal, donde personas que trabajaban en vestuario, escenografía, terminaron exportando por la calidad de su trabajo.

«Soy de política de puertas abiertas, pero también de tomar decisiones»

-¿Qué objetivos se fijó para una gestión de un año? ¿Qué diferencia puede marcar?
-Me correspondió reemplazar a un gran presidente como Carlos Zepeda, a quien fui a saludar apenas me nombraron. He recibido el encargo del Presidente de fortalecer la televisión pública en un año especialmente complejo en que el país vivirá, por primera vez, varios procesos electorales, comenzando con las primarias. Mi labor es morigerar la polarización que pudiese darse y sentar un precedente de cómo se debiera actuar a futuro.

-¿Dónde ha cumplido TVN su rol y qué debe fortalecerse?
-Hay consenso respecto a que la producción cultural exige hoy una enorme creatividad -que es la esencia de este canal y debe fomentarse al máximo-, transmitir un mensaje de contenido y aportar valores propios que nos distingan. Con gestión y la calidad de las personas que trabajan en TVN, me gustaría vernos exportando, dando a conocer nuestra identidad, con un rol más activo.

-¿Cree que como televisión pública logran diferenciarse de la competencia?
-Hay algunos aspectos diferenciadores, la señal internacional, la producción nacional, el canal 24 horas noticias son un ejemplo, pero aspiro a mucho más. La sociedad chilena está cambiando y debemos considerar más a los adultos mayores, que hoy son 2,6 millones; al medioambiente como un valor esencial; a los niños, que están olvidados. Quien crea que solo importa el desarrollo material sin el compromiso con la sociedad, no entiende a la televisión pública.

-¿Cuando habla de cambios sociales, apunta, por ejemplo, a la teleserie nocturna de TVN, donde una de las parejas protagónicas es homosexual y planea casarse en Buenos Aires?
-No soy partidario de ocultar ningún tema, estoy abierto a todos, pero con responsabilidad, representando el lugar que tienen en la sociedad, sin mostrar como mayoría temas que son minoritarios y sin ponerles apellidos que nos dividan.

-Eso apunta a su segundo objetivo: el pluralismo. ¿Cree que hoy está bien resguardado en TVN?
-Tenemos un directorio que refleja el espíritu de TVN. La primera reunión fue muy grata, con gran altura de miras. Este canal tiene un rol muy complejo, porque además de televisión pública debe ejercer un liderazgo y autofinanciarse. He tenido muchas responsabilidades, y esta es la más importante que me ha tocado. En todas he mantenido la camaradería, el respeto por la gestión y los trabajadores, en un clima de entendimiento que espero no sea empañado por las polarizaciones que han surgido en el último tiempo.

-¿Definió el directorio criterios para programas con contenido político en este año electoral?
-Me niego, como director, a inmiscuirme en el contenido o detalle, me opongo a cualquier censura previa. Pero debemos resguardar una línea editorial clara. Existen un manual muy detallado con las orientaciones programáticas de TVN, los lineamientos e instrucciones que el directorio acuerda, y hay periodistas, responsables, cada uno sabe qué tiene que hacer. El directorio tiene la obligación de estar informado oportunamente y proponer áreas de interés.

-¿Comparten los directores su visión? ¿Cómo garantizarán imparcialidad en este período electoral?
-Me estoy reuniendo con los directores, uno a uno, para evaluar cómo ha sido la relación del directorio con el director ejecutivo, porque deben trabajar muy cohesionados. Hay múltiples maneras de garantizar imparcialidad y especialmente la neutralidad de contenidos. En el pasado hubo un acuerdo tácito de medir los tiempos, pero me parece que la forma en que se presentan las cosas también puede generar desequilibrios tremendos. No soy partidario de poner un cronómetro, porque la noticia es muy importante y sería un error limitarse. Era noticioso tener la primera entrevista de una candidata que no había hablado, cuidando los adecuados equilibrios.

-¿Se cuidaron con el formato de «Frente al espejo»? ¿Además de la exclusiva con Michelle Bachelet, permitió profundizar en sus propuestas luego de 3 años en el exterior?
-Es materia de responsabilidad específica del director ejecutivo, que como cualquier gerente general de una empresa debe ser capaz de cumplir con la línea editorial de TVN. Al directorio no le corresponde estar viendo el detalle, sino juzgar si cumplió con la misión que tiene encomendada.

-¿Y consideran que se cumplió en este caso?
-Desgraciadamente, llegué cuando el programa ya había acontecido. En este período, la televisión pública tiene que transmitir mayor información respecto a las ofertas políticas. En esa línea, TVN tiene varios programas, como «Estado Nacional», «El Informante», por alguna razón que desconozco este programa cayó bajo la responsabilidad directa del director ejecutivo. El formato de un programa que se estrenó días después, como «El Informante», fue de discusión amplia.

-¿El directorio no fue informado del formato de «Frente al espejo» antes de su estreno?
-Por lo que me han informado, estando el presidente enfermo y la vicepresidenta fuera del país, el director ejecutivo tomó la decisión al iniciar el programa, fuera del ámbito del departamento de prensa, y escogió al conductor. Aunque informó a algunos directores.

-Dirigentes de la Alianza criticaron el trato complaciente que recibió Bachelet respecto al que posteriormente dieron al candidato Andrés Allamand (RN).
-Respecto al formato, el director ejecutivo tiene la experiencia de estos tres años y más conocimiento de los aspectos comunicacionales propios de la televisión. Como directorio, tendremos que evaluar si los resultados cumplen con la pluralidad y rigurosidad que exige la línea editorial de TVN.

-¿El directorio no le ha hecho observaciones a Valdés sobre este programa?
-Se conversó. De hecho, en mi primer día en el canal asistí al programa. Siempre hay visiones distintas. Para algunos, la candidata del PPD-PS se sintió incómoda en algunos momentos; para otros, el conductor fue muy blando o muy duro con otro. Son distintas opiniones, tengo una muy clara y la expreso en el ámbito interno que es donde corresponde. Como directorio fuimos muy claros al solicitar que se mantuviera una estructura similar para todos los candidatos.

-¿Qué sentido tiene que los directores estén en el estudio durante programas como «El Informante»? ¿No les quita libertad para evaluar?
-No lo veo así. En TVN hay mucha tradición de que el directorio asista al estreno de algunos programas, es parte de la mística interna. Yo, además, soy metiche, y estoy interesado en conocer la empresa y esta industria en profundidad. Más vale un tonto in situ que un inteligente lejos. En los lugares que he trabajado, siempre me ha interesado conocer a fondo a las personas que de verdad forman la empresa, saber del contexto antes de tomar decisiones. Soy de política de puertas abiertas, de discutir abiertamente, pero también de tomar decisiones.

-¿Puede repetirse que un programa con contenido político salga al aire sin el conocimiento previo del directorio?
-Es muy difícil, porque como presidente dedicaré el ciento por ciento de mi tiempo al canal.

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