Corrupción en la FIFA.

 

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Señor director:

El escándalo de corrupción que estalló en todo el mundo esta vez no implica a entidades estatales, sino a las que dirigen el deporte más popular y que moviliza a millones alrededor el mundo, salpicando a Chile, que a su vez es sede de la Copa América.

Estos atentados a la probidad y transparencia, y la oscuridad en la gestión de la FIFA -que involucra millones de dólares- no hace más que profundizar la desconfianza.

Antes de esta revelación, los aficionados al fútbol que honradamente pagan su entrada para ir al estadio ya expresaban su escepticismo hacia el organismo rector de este deporte, según una encuesta realizada por diversas entidades -entre ellas Transparencia Internacional-,  a 35.000 personas en 30 países, publicada recientemente. Según el sondeo, el 100% de los chilenos rechazó que Joseph Blatter presentara su candidatura a la presidencia de la FIFA, mientras el 88% desconfía de ésta.

Como capítulo chileno de Transparencia Internacional aprovechamos de instar que se apliquen las recomendaciones que hizo esta entidad a la FIFA hace cuatro años. Las principales sugerencias son establecer códigos de ética que aplican algunas empresas; revisar el mecanismo de nombramientos de funcionarios; contar con expertos externos para evaluar áreas de alto riesgo de incurrir en conductas atentatorias contra la probidad y que la FIFA, confederaciones continentales y federaciones nacionales informen anualmente sobre la implementación de sus políticas anticorrupción y las medidas adoptadas frente a denuncias de corrupción. Esto sería un primer paso para limpiar al ente rector del fútbol mundial.