Alejandro Salas: “La Corrupción en Chile es más difícil de detectar”.

 

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Cuando el mexicano Alejandro Salas vino a Chile, le dijeron: “¿Sabes qué? Acá la policía no es como en tu país, no le vayas a dar coimas”. El director de Transparencia Internacional para América Latina lo cuenta como anécdota, desde Berlín, para ilustrar como ve lo que está pasando con la corrupción en el país, luego de los escándalos Penta, Caval y Soquimich.

La organización para la que trabaja este cientista político realiza un ranking de perce3pción de la corrupción, basado en encuestas que hacen diversas organizaciones a nivel mundial, como el Banco Mundial, el Foro Económico Mundial, “The Economist”, entre otras fuentes.  En ellas “se les pregunta a inversionistas, empresarios y analistas de mercado sobre su percepción de la corrupción en el sector público de los países”, detalla.

Para él, lo de Chile en los últimos meses es un problema.  Sin embargo, cree que no hay que exagerar. “La llamada de atención que hemos visto es que había una creencia de que las instituciones habían madurado lo suficiente como para estar bien protegidas, para que individuos que buscan usar los bienes públicos para su beneficio privado estuvieran bien controlados.  Aunque hay instituciones en Chile que siguen teniendo grandes méritos y que siguen siendo un ejemplo, como la policía y la justicia.  Esto ha sido darse cuenta de que todavía hay cierta debilidad en la institucionalidad chilena.  Lo importante es ver cuál va a ser la reacción de la sociedad chilena y de la elite gobernante”, evalúa.

 

  • ¿Cuál debiera ser esa reacción?

-Va a ser muy importante que la justicia funcione y se castigue a quien se tenga que castigar.  En países que son vistos como altamente corruptos, normalmente la gente no se castiga.  Basta ver a Argentina, donde tienen a un vicepresidente que está acusado de casos de corrupción muy graves y sigue feliz en funciones.  En muchos países el sistema político une fuerzas para proteger a los mismos dentro del sistema.  Hay una especie de “aquí nos protegemos todos”.

 

  • ¿Cómo es la corrupción en Chile?

-Volviendo a ejemplos como mi país, México, o como Guatemala o Argentina, uno en su vida diaria como ciudadano vive muchos espacios de corrupción.  Si voy a tramitar un pasaporte se me acerca alguien que me dice “si me das 100 pesos te vas primero a la fila”.  O me detiene el policía y me pide 100 pesos para no pasarme la multa.  Eso es parte del día a día, tanto por los funcionarios que piden el soborno como por los ciudadanos que lo tienen como práctica.  En Chile no hay tanto de eso.  Es lo mismo que sucede en países europeos.  Acá en Alemania es impensado que uno le pase dinero a un policía.  Pero eso no quiere decir que no exista corrupción.  Una de las empresas más emblemáticas de Alemania, como Siemens, ha sido acusada varias veces por estar metida en grandes escándalos de corrupción.  De alguna manera, con lo que estamos viendo en los últimos meses en Chile, pareciera ser que hay más de ese tipo de corrupción más difícil de detectar, en la cual los ciudadanos no estamos expuestos todos los días.

 

  • ¿ Es más elegante?

– Pareciera que se asemeja más a lo que ocurre en Europa, donde el soborno de la calle no es tan común.  Es un poco más sofisticada y está más alejada de los ciudadanos en el día a día.  Son grandes procesos, por ejemplo, de contrataciones públicas o de compra de armamento.  Cosas que están más separadas de la vida de las personas.

 

  • ¿Chile bajará en el ranking de este año?

-Yo creo que sí.  En la medida en que han salido a la luz pública tantos casos, eso tiene que afectar las percepciones.  Pero no creo que sea una caída muy fuerte porque en la experiencia de esos inversionistas (los que responden las encuestas) no es común encontrar corrupción en Chile.

 

En el último índice de percepciones de la corrupción, Chile estuvo en el lugar 21 de 174 países.  Con puntuación de 73.  Entre más cerca estas de 100, eres considerado más limpio.  En el caso de América Latina normalmente encuentras en los puestos más bajos a un país como Venezuela porque ahí el Estado está capturado por el Ejecutivo: el ejecutivo pone a los jueces, a los contralores, a los fiscales.  En verdad no hay institucionalidad.  En ese sentido, Chile siempre ha sido mejor visto en América Latina, porque la institucionalidad es más fuerte.  Pero ahora estamos viendo que la institucionalidad aún es imperfecta.

 

  • Pero ¿podríamos bajar unos puntitos?

-Es que es probable que todos bajen: imagínate en Brasil el escándalo con Petrobras, en Argentina el tema del fiscal que mataron.  En Guatemala la vicepresidenta renuncio la semana pasada y la gente está marchando en las calles pidiendo la renuncia del Presidente.  En México descubrieron lo de la casa blanca de Peña Nieto.  Colombia está más o menos, Venezuela es un desastre…. Chile no está solo.

 

  • Latinoamérica es un escándalo.

-Dentro de todo lo negativo hay un elemento optimista en todo esto: si están descubriendo y haciendo públicos estos escándalos quiere decir que algo está funcionando mejor, porque la corrupción no es algo nuevo.