El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, consideró que las condiciones de equidad para la campaña y las elecciones parlamentarias en Venezuela no están garantizadas.
A través de una detallada carta pública, Almagro instó a Tibisay Lucena, presidenta del árbitro electoral venezolano (CNE), a equilibrar el terreno entre los partidos que se medirán el próximo 6 de diciembre, alegando que la oposición no ha contado con reglas equitativas.
«Existen razones para creer que las condiciones en las que el pueblo va a ir a votar el 6 de diciembre no están en estos momentos garantizadas al nivel de transparencia y justicia electoral que usted desde el CNE debería garantizar», escribió, contestando a una misiva enviada previamente por Lucena, a la cual Reuters no tuvo acceso.
Almagro enumera aspectos que en su opinión demuestran como el partido gobernante, el PSUV, tiene ventaja electoral por el uso de recursos públicos en la campaña, acceso a los medios de comunicación, confusión en los tarjetones electorales e inhabilitaciones de candidatos opositores.
«Es preocupante que del análisis de esas condiciones tengamos que concluir que hoy por hoy, las dificultades solamente alcanzan a los partidos de la oposición», dijo. «Usted está a cargo de la justicia electoral, usted es su garante».
La OEA ha ofrecido a Venezuela en varias oportunidades sus labores de veedor electoral, pero el CNE las ha rechazado.
Sólo la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) enviará una misión para «acompañar» las elecciones, pero estos acompañantes tendrán acceso limitado por el CNE al proceso.
La oposición ha denunciado el desarrollo de un «fraude pre-electoral», que ha cercenado sus posibilidades de hacer una campaña electoral sin ventajismos antes de la votación del próximo mes, donde por primera vez son favoritos en las encuestas.
El presidente Nicolás Maduro, que califica a la OEA como un brazo de su enemigo ideológico Estados Unidos, ha rechazado las acusaciones de ventajismo.
Hasta 2015, Almagro fue canciller de Uruguay, uno de los principales socios comerciales de Venezuela.
«Frente a las mismísima duda sobre el funcionamiento de la democracia, nuestro deber, el suyo Señora Lucena y el mío es dar garantías para todos y no desviar la vista ni hacer oídos sordos a la realidad que tenemos frente a nosotros», concluyó.