«Alberto Fujimori se debe lamentar hasta el día de hoy de su viaje a Chile».

 

2298715_300José Ugaz se hizo conocido en Perú y en parte del mundo por ser, entre 2000 y 2002, el procurador ad hoc que investigó y persiguió a la red de poder, corrupción y violaciones a los derechos humanos durante el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000). Curiosamente fue el propio Fujimori quien lo nombró en esa posición, claro que para investigar inicialmente al ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos.

Ugaz, quien actualmente es el presidente de Transparencia Internacional, estuvo ayer en Santiago para participar en el seminario “Combatiendo la corrupción: Chile y el mundo”, organizado por Espacio Público. En la oportunidad habló con La Tercera sobre la segunda vuelta en Perú del domingo y del significado de que la favorita, Keiko Fujimori, sea la hija un ex gobernante condenado a 25 años de cárcel.

¿Cómo se entiende que un ex Presidente esté condenado a 25 años de cárcel y su hija sea la favorita para ganar los comicios presidenciales?

Esa es una pregunta que tiene muchas respuestas y algunas complejas. Ella viene diciendo desde hace algún tiempo que ella no es su padre y que el partido que lidera se ha librado de los personajes que estuvieron cerca de su padre. Primero dijo que su padre había cometido “errores” y después ha reconocido que su padre ha cometido “delitos”. Y por otro lado también es verdad que ha sido una candidata que ha trabajado mucho en su postulación y eso, al final, creo, le ha dado resultados. El lado más complejo de la respuesta, habría que decir que pese a que Fujimori está preso y condenado por hechos que se le probaron, también es verdad que durante su gobierno se detuvo a Abimael Guzmán (el líder de Sendero Luminoso) y se controló la inflación, circunstancias que en la recordación de la gente están vinculadas al período de Fujimori. Entonces son procesos contradictorios, pero no son exclusividad de Perú.

¿Cree que se recuerda más la derrota de Sendero Luminoso y el control de la inflación por sobre otro tipo de cosas del gobierno de Fujimori?

Creo que eso expresa una tradición -que no es privativa de Perú-, el famoso “roba pero hace”, que es una suerte de resignación a la política corrupta. En otros casos es simplemente que las nuevas generaciones no recuerdan ni han sido educadas para recordar lo que significó el gobierno de Fujimori padre. También tiene que ver con la falta de otros buenos candidatos.

¿Está insatisfecho con las propuestas de Keiko Fujimori y de Pedro Pablo Kuczynski para combatir a la corrupción?

Sí, porque me ha parecido que ha sido un tema que han tratado muy superficialmente. Ver a candidatos con primera opción a ser Presidente que sus únicas ideas para el tema anticorrupción son la muerte civil de los condenados por corrupción o la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción, la verdad es que se queda corto para el nivel de problemática que en esta materia tenemos en el país.

¿Le sorprendió que Fujimori abandonara su exilio en Japón y llegara a Chile, en noviembre de 2005, para intentar su regreso a Perú?

Sí. Creo que es algo de lo que Fujimori se debe de lamentar hasta hoy. Fue mal aconsejado aparentemente en su nivel de distorsión mental por la pérdida de poder. Alguien lo convenció de que si se acercaba físicamente a Perú iba a haber un surgimiento, una masa popular que iba a reclamar que regresara victorioso como Presidente del país, y no ocurrió. Creo que hay que agradecerle a la Presidenta Bachelet que jugó un papel importante.

A Fujimori se le juzgó y condenó en Perú por una cantidad definida de crímenes…

Los que autorizó Chile.

Exacto. Tras ser extraditado de Chile, en 2007. ¿Cree usted que eso fue insuficiente?

No. Creo que él ha sido condenado por los delitos más graves, por los delitos de asesinato, en el contexto de crímenes de lesa humanidad, y ha sido condenado por el delito de secuestro, que es un delito sumamente grave en Perú, que incluso le impide gozar de beneficios penitenciarios de ninguna clase. No fue condenado por toda la lista (de delitos de los que se le acusaba), era mucho más larga, pero la Corte Suprema de Chile decidió acotar el espacio de juzgamiento a esos delitos por los que lo cuales lo entregó. Sin embargo, a mí no me parece que haya sido una solución inadecuada.