José Antonio Viera-Gallo asegura que la Presidenta Bachelet cuenta con el capital y la capacidad para sacar al país de la crisis derivada de los escándalos ligados a los casos Penta, Caval y SQM.
Este abogado, ex diputado, ex senador y ex ministro de la Secretaría General de la Presidencia en el primer Gobierno de Bachelet, reconoce a Ricardo Lagos Escobar como una eventual opción presidencial para 2017, pero subraya que “queda mucho para eso todavía, pero sin duda tiene todas las condiciones”
El actual presidente de Chile Transparente explica que “si Aylwin fuera más joven, la gente pensaría en él también, porque la gente piensa en sus referentes”.
Para el académico y ex ministro del Tribunal Constitucional, más que inmovilismo, el Gobierno está en “un cierto compás de espera”, con un Gabinete que, asegura, ya cumplió su ciclo.
– ¿Cómo cree que ha sido la reacción del Gobierno ante la aparición de boletas vinculadas a personeros cercanos al oficialismo o, incluso, algunos funcionarios públicos que han extendido esos documentos a SQM?
– Creo que sin menoscabar el principio de inocencia, me parece que el Gobierno debiera aplicar el mismo criterio que aplicó en el caso Dávalos. Apartar de sus funciones de Gobierno a las personas que aparecen bajo una investigación judicial. No porque sean culpables, que a lo mejor no lo son. Ello, dado el grado de suspicacia de la opinión pública.
– ¿Es una ingenuidad creer que los fiscales y el Ministerio Público van a arreglar problemas que son de la esfera política?
– No. Creo que el Ministerio Público, la justicia y el Servicio de Impuestos Internos tienen un papel fundamental en estos casos, que es hacer luz sobre las irregularidades que se han cometido. También en sancionar a los responsables. Y creo que lo están cumpliendo bien. Si de algo se quejan algunos es el activismo excesivo de los fiscales, pero nadie se ha quejado de lo contrario. Tal vez la única crítica que uno pudiera hacer es que no es necesario que exista filtración de las investigaciones en curso.
– ¿Cree que el ministro del Interior debió prever esto y facilitar algún tipo de acuerdo con la UDI, a la que atacó con fuerza cuando recién partía el caso Penta?
– Pienso que a favor de la gestión del ministro Peñailillo, hay éxitos tan importantes como haber cambiado el sistema electoral. Eso es importante para el país y también creo que puede serlo para solucionar la crisis política en que estamos inmersos. Respecto de la conducta para estos casos, creo que él se ha manejado sin cometer grandes errores en una situación extremadamente difícil y llena de trampas.
– Él es jefe de gabinete y desde la Nueva Mayoría han reclamado por la conducción política.
– No sobre él, sino que sobre el gabinete, que creo que cumplió su ciclo. Lo había cumplido antes de estos escándalos. El gabinete tiene muchas cosas a su favor, y otras también que han estado en déficit, como toda obra humana. Eso me parecía ya antes que se iniciara en el país un nuevo ciclo, y ahora con mucha mayor razón. Y este nuevo ciclo requiere, a mi juicio, que la Presidenta, en el momento que lo estime oportuno, designe un nuevo gabinete.
– En sectores de la Nueva Mayoría parece añorarse la aparición del tándem Ricardo Lagos-José Miguel Insulza para mejorar la conducción del Gobierno. ¿Piensa que sería una buena opción que al menos uno de ellos ingresara al Gobierno?
– En primer lugar, la persona que tiene todas las capacidades para encabezar la nueva etapa es la propia Presidenta. Y lo demostró en su primer Gobierno. Quiénes puedan ser los ministros símbolos de esta nueva etapa, tendrá que verlo ella. Para mí no tiene ninguna importancia que tengan más o menos edad o que sean hombres o mujeres. Para mí lo importante es que estén comprometidas con esta nueva fase y que sean personas honestas e irreprochables.
– Incluso hay quienes ven con buenos ojos una posible candidatura presidencial de Ricardo Lagos. ¿Está en sintonía con lo que podría ocurrir?
– Queda mucho para eso todavía, pero sin duda tiene todas las condiciones. Si el Presidente Aylwin fuera más joven, la gente pensaría en él también, porque la gente piensa en sus referentes. Y gracias a Dios, porque quiere decir que la gente valora lo que fueron los gobiernos de la Concertación y sus ex presidentes.
– De hecho, el ex Presidente Lagos vivió una etapa similar y moldeó también una agenda similar en el caso MOP-GATE.
– Y la llevó adelante el ministro José Miguel Insulza.
– La posibilidad de que los partidos políticos adopten una salida política a este problema ha sido leída como una especie de “arreglín”. ¿Qué le parece una salida de ese tipo?
– Yo no sé si es necesario que los partidos adopten alguna decisión. Las decisiones que debieran adoptar son de reforma interna. Sería una gran señal al país que dijeran que desde ahora en adelante se van a someter a la ley 20.285 voluntariamente, o que van a transparentar totalmente sus traspasos de fondos o que transparentarán las entidades que trabajan con ellos, como los institutos, o las empresas para canalizar fondos. El acuerdo que veo es más bien de autorregulación, en la espera de que se dicten las leyes correspondientes. Respecto de acuerdos para leyes futuras, no sé si son necesarios de parte de los partidos, porque para eso está la legislación en curso. Lo que importa es que la voten en el Congreso.
Reacción presidencial.
– ¿Cómo evalúa la reacción de la Presidenta en el caso Caval y su afirmación de que se enteró por la prensa de los hechos?
– Creo que tenemos que tener un sentido moderno de la responsabilidad en lo penal y no mirar las cosas de un modelo arcaico, casi de clanes o de tribus. Acá cada quien es responsable de sus propios actos. El ex Presidente Mitterrand, en Francia, tuvo dos hijos inculpados, procesados y condenados por corrupción. Y eso no lo afectó en nada, porque siguió con mucho éxito su gobierno. Pretender involucrar o inculpar a la Presidenta en los actos de su hijo me parece absurdo. El hijo es una persona de edad, madura y responsable de sus actos. Personalmente no me parece que la especulación sea un modelo de emprendimiento, pero es muy frecuente en Chile. Y el país debiera tomar medidas al respecto. Pero el esto queda en manos de la justicia. La Presidenta hizo lo fundamental, que fue sacarlo del Gobierno.
– ¿Hay inmovilismo en el Gobierno a raíz de esto?
– No. Creo que hay un cierto compás de espera. Creo que la Presidenta tomará decisiones en el futuro próximo.
– ¿Es correcto armar comisiones presidenciales para crear más leyes de transparencia? Lo que se aprecia es que, muchas veces, no hay voluntad para aplicar las leyes ya existentes.
– Hay una agenda legislativa importante. Algunos de esos proyectos se despacharon y funcionan bien, como la ley de acceso a la información pública y la ley de lobby. Otros siguen en el Parlamento, y veo que continúan despachándolos. Y eso es importante, porque el Gobierno no ha quedado paralizado y ha entregado urgencias, por ejemplo, en el proyecto de financiamiento de la política o de declaración de patrimonio e intereses o el que regula el fideicomiso. Y debiera despachar el proyecto de reforma a los partidos políticos y refuerzo del Servel. Entonces, casi todos son proyectos que tienen que ver con el sector público. Hay una agenda que debiera existir, más o menos clara y paralela, sobre la que hay menos elaboración, sobre mayor probidad en el sector privado. En Chile Transparente somos muy partidarios de que se amplíe la gama de delitos cubierta por la ley de responsabilidad penal empresarial. Entiendo que el trabajo de la Comisión Engel es para completar la agenda que ya hay.
– ¿No cree que haya problemas en la voluntad de hacer cumplir estas leyes, muchas de las cuales ya existen?
– No veo eso, al contrario. Lo que veo es que es una agenda que debió impulsarse desde antes, terminó impulsándose ahora por los escándalos que se verificaron ahora.
– ¿Dotar a la transparencia de un rango constitucional ayudaría a extirpar definitivamente este tipo de escándalos?
– Lo importante es que se aprobara el proyecto de reforma que está en la comisión mixta, al final de su tramitación, que modificando el artículo octavo, reconoce el principio de transparencia y el principio de derecho de acceso a la información pública. Eso sería importante, porque incidiría, por ejemplo, en lo que podría ser la jurisprudencia de los tribunales, que en esta materia ha ido de un lado para otro en especial en la publicidad de los correos electrónicos de las autoridades. Sería importante, porque influiría en la interpretación que las autoridades administrativas y los tribunales hacen de las leyes.