José Miguel Insunza: “Si el mundo político quiere estar tranquilo, la receta es hacer las cosas a plena luz”

 
29 julio LS B6El próximo 4 de agosto, será el estreno en el Congreso del ex secretario general de la OEA con su “nueva camiseta”.

Ese día la organización Chile Transparente – ONG que Insulza preside desde el lunes pasado—está invitada exponer ante de la Comisión de Constitución de la Cámara sobre la nueva Ley de Partidos Políticos.

El ex ministro dice que en la OEA debió trabajar profundamente estos temas y asegura que el principal desafío es tratar de impulsar una nueva legislación en Chile en materia de transparencia y financiamiento político.

–Antes de dejar Chile Transparente, su antecesor, José Antonio Viera-Gallo, dijo que la imagen del país estará ligada a que haya sanciones en los casos de corrupción.

–Lo principal es que se investigue a fondo y se saquen las conclusiones.  Algunas veces se procesa, otras no: algunas veces se condena y otras no.  Ese el sistema penal justo.  No olvidemos que e3n el famoso caso Coimas, el principal acusado terminó siendo declarado inocente.  Yo pondría la medida en juicos justos y transparentes, que todo el mundo sepa las razones por las que fue juzgado, en virtud de qué normas y qué se concluyó.

— En cargos de transparencia es fácil enemistarse con el poder político, porque la transparencia a veces incomoda, dicen los profesionales que trabajan en esta área.

En el mundo de hoy los secretos son difíciles de guardar, por lo tanto la transparencia debiera ser una conclusión casi natural.  Hoy con toda la información que hay, la prensa, la disposición de las personas a hacer declaraciones, las posibilidades de investigar, tarde o temprano las cosas se saben, por lo tanto mientras más franca y abierta sea la gente a dar información, mejor.

Hoy día es un poco ingenuo que alguien piense que se puede guardar las cosas.  Cuando hay transparencia las cosas se tergiversan menos que cuando hay secretos o chismes.  Si el mundo político quiere estar tranquilo, la receta es hacer las cosas a plena luz del día y así no se inventan cuentos o falsedades.

–Cuando fue ministro del Interior o canciller le tocó trabajar con sigilo.

Creo que es distinto.  En los asuntos del Estado, en general, se guarda discreción.  Ciertamente, eso no está en las leyes de transparencia.  Lo que hizo la autoridad del país en un momento determinado de grave crisis internacional, eso debiera estar excluido.

–¿El sigilo no es contradictorio con la transparencia?

Hay cosas que se pueden mantener reservadas sólo si hay un interés nacional.  Eso debiera ser muy limitado.  La gente también tiene derecho a saber qué han hecho sus funcionarios públicos en el plano internacional.

–En Chile Transparente hay críticas al cumplimiento de la Ley del Lobby, ¿comparte el diagnóstico?

Vamos a hacer una evaluación.  Quiero ser prudente, antes de ser tajante, quiero consultar a todos los miembros del consejo.  Hay que esperar un tiempo prudencial y evaluar cómo se está cumpliendo.  Hay mucha gente desinformada, por de pronto aparecen aparentes agujeros legales como cuando un ministro cita a una reunión y no tiene que informar sobre ella.  Eso son temas que hay que evaluar.

–Hoy le corresponde exigir el cumplimiento de esta leyes, ¿qué haría si estuviera en los zapatos de un ministro?

Hoy la opinión pública es más exigente que la ley.  Cuando estaba en el ministerio y me proponían cosas, yo decía no me digan si es legal o no es legal, díganme cómo va a salir en los diarios, qué es lo que va a pensar la opinión pública.

A veces el tamiz de la transparencia va más allá de lo que es propiamente legal.  No todo lo que es legal es aceptable y en eso hay que tener cuidado.

 

Casos de DD.HH.: “La medida de lo posible hoy es mucho más grande que hace 20 años”

–A raíz de los nuevos antecedentes del caso Quemados se reactivó el debate por las violaciones a los DD.HH. y los pactos de silencio entre ex uniformados. A Ud. Le tocó impulsar y discutir medidas para romper esa falta de colaboración con la justicia.

Con motivo de la mesa de diálogo se habló mucho de la delación compensada, que existe en otros países. No había mucho ánimo para eso, para un mecanismo como en EE.UU., en que se condena a algunos delincuentes sobre la base de lo que otros dijeron y a los que confesaron se le aplica una pena menor.  En Chile no había mucho ambiente para eso.

–En el gobierno del Presidente Lagos también se habló de tener una mirada especial con los subalternos, quienes tal vez podrían romper estos pactos…

Eso es el tema de a obediencia debida, la idea de ser más suave con los subalternos que no tenían otra alternativa.

–¿Siente que hay espacio para debatir estos temas?

Creo que hay disposición a ser más benévolos con aquellos que entreguen toda la información, que asuman su responsabilidad y señalen a los verdaderos culpables.  Muchas veces estos crímenes se cometieron por un grupo que tenía jerarquía.  Probablemente la información de los que apretaron el gatillo porque se les ordenó, esa información podría servir para aminorar las penas y descubrir la verdad y hacer mas justicia.

–¿Era de los que creía que sólo se podía hacer justicia en algunos casos?

La única postura que me parecía válida era que había que buscar acuerdos para no juzgar a nadie por haber sido miembro del gobierno militar.  Eso era un consenso.  Había un consenso para juzgar los violaciones de los DD.HH. en la medida que las personas tuvieran responsabilidad directa.

–¿Pero creía en la justicia plena para todos los casos?

Como muchos que estuvimos en el exilio naturalmente teníamos el deseo de justicia plena para todos, ni olvido ni perdón, pero se nos acostumbró a esta idea de justicia en la medida de lo posible.  Creo que la medida lo posible hoy es mucho más grande que lo que era hace 20 años atrás.  Muchas veces la gente quería dar vuelta la página.  Estoy en desacuerdo con aquellos que dicen que esto ya pasó, lo que ya pasó es el tiempo en que nadie quería meterse en el tema.

 

Por secreto de Comisión Valech

Ex ministro propone fórmula

–¿Está de acuerdo con la idea de levantar el secreto por 50 años que pesa sobre los testimonios de víctimas entregados a la Comisión Valech?

-Los miembros de la Comisión Valech están sometidos a la ley. Creo, sin embargo, que sería perfectamente posible crear una fórmula de que las personas que declararon ante la Comisión Valech puedan pedir que sus testimonios se hagan conocidos, a menos que perjudiquen a otras víctimas, o sea, si la persona (la víctima) dijo a mí me hicieron esto y también a otros, tal vez ellos tendrían derecho al secreto si lo quieren mantener.  Lo importante es que no se violen los derechos adquiridos de las personas que declararon ante la Comisión Valech. El debate no es si levantar o no el secreto, se trata de respetar los derechos de quienes declararon.