Rolls-Royce coopera con los investigadores del caso de corrupción en Petrobras

 

Rolls-RoyceLa compañía británica Rolls-Royce está cooperando con los investigadores de un amplio escándalo de corrupción en el seno de la petrolera brasileña Petrobras, indicó este domingo un portavoz.

La empresa de ingeniería, que fabrica turbinas de gas para las plataformas petroleras de Petrobras, confirmó que los investigadores de este caso les habían contactado. “Estamos cooperando”, aseguró esta fuente, que rechazó realizar comentarios al respecto.

“Hemos dejado varias veces claro que Rolls-Royce no tolerará ningún tipo de mala conducta en los negocios”, precisó en un comunicado el portavoz.

En febrero, el diario Financial Times indicó que un antiguo responsable de la compañía brasileña había dicho a la policía brasileña que Rolls-Royce habría pagado presuntamente sobornos para conseguir un contrato de $100 millones.

Pedro Barusco habría reconocido ante la policía brasileña que el grupo británico le pagó al menos $200,000. Rolls-Royce también habría dado dinero a otros responsables de Petrobras y a políticos.

El escándalo Petrobras estalló durante el otoño (boreal), en plena campaña de las elecciones legislativas y presidenciales, en las que la izquierdista Dilma Rousseff fue reelegida para un segundo mandato.

Los investigadores descubrieron un sistema generalizado de sobornos. Las principales empresas de construcción del país llevaban una década pagando a la petrolera a cambio de contratos.

Rolls-Royce se ha visto implicada en asuntos similares en otros países. La oficina británica de lucha contra la delincuencia financiera (SFO) abrió en el 2013 una investigación para esclarecer unos presuntos casos de corrupción en China e Indonesia.

Petrobras, una de las mayores empresas de Brasil y entre las primeras petroleras del mundo, es investigada por sobrefacturar contratos a cambio de sobornos para jerarcas de la petrolera, el Partido de los Trabajadores, en el gobierno, y sus aliados.

Rousseff enfrenta varios cuestionamientos que tienen el potencial para interrumpir prematuramente su mandato iniciado en enero.

La presidenta enfrenta más de 10 pedidos de juicio político en el Congreso, y sus problemas se incrementan al ritmo del deterioro de la economía y con cada nueva revelación judicial del escándalo.