Transparencia y cónclave

 

El lunes antepasado se realizó el cónclave de la Nueva Mayoría, con asistencia de la Presidenta de la República, su gabinete, parlamentarios y dirigentes de los partidos oficialistas. Era una oportunidad para discutir una agenda de transparencia y probidad que incluyera todos los proyectos relacionados con esta materia que hoy se tramitan en el Congreso, un espacio para evitar que estas iniciativas sean leyes aisladas, incomunicadas y muchas veces contradictorias en ciertas regulaciones e indicaciones.

Naturalmente, una reunión de gran envergadura y poca duración no podía alcanzar acuerdos detallados sobre dicha materia, pero tampoco obviar que el fortalecimiento del sistema político es prioritario de discutir e impulsar dado el nivel de desconfianza y descrédito que experimenta la actividad política.

Si bien fueron varias veces mencionados, el cónclave mismo no despejó dudas acerca de la real prioridad que se asigna a los temas de transparencia, esenciales para la recuperación de la confianza ciudadana. No obstante, los anuncios posteriores del ministro Secretario General de la Presidencia, fijando prioridades y plazos, permiten abrigar esperanzas de que la prioridad se mantenga y la tarea se cumpla en los tiempos comprometidos.

Iniciativas como el fortalecimiento de los partidos políticos, estableciendo un piso de financiamiento público; el proyecto que regula el financiamiento de la campañas políticas, sus fuentes y límites; el control del gasto y la duración de las campañas y la modernización del Servel, dotándolo de recursos necesarios para controlar tanto las campañas como las elecciones, aparecen como fundamentales para revertir la actual crisis de la institucionalidad y recuperar la confianza de los ciudadanos en la actividad política. Y este no es sólo un desafío del gobierno, sino de todas las fuerzas políticas que existen en nuestro país.

Por esta razón, como Capítulo Chileno de Transparencia Internacional, hacemos un llamado a no esperar que ocurran o se conozcan otros hechos de corrupción de gran connotación pública para reposicionar una agenda. Esta debe ser discutida en sus aspectos fundamentales sin demora, y los actores políticos deben tomar consciencia de la trascendencia que tiene para el país su pronta aprobación. Al mundo político le corresponde reposicionar el mensaje de que la transparencia sí importa y que es fundamental para el desarrollo del país en sus ámbitos político, económico y cultural, y que el compromiso con ella no es un asunto de oportunidad, sino de principios.

Chile Transparente pone de manifiesto su compromiso de colaborar con los parlamentarios de todas las bancadas y con el gobierno para el logro de este propósito, aportando nuestro análisis técnico y nuestras sugerencias en la materia para contribuir a la completa aprobación de una Agenda de Probidad y Transparencia, aportando así al fortalecimiento del sistema político.